San Jorge, un santo legendario

Traducción

Pere Fàbregas Salis

Colaboradores

Stefano María Cingolani / Mauro Armiño

Ilustraciones

Natalio Bayo

San Jorge, un santo legendario

Poco tiene que ver con la realidad legendaria de los textos de Iacopo da Varazze (españolizado como Santiago de la Vorágine) y las Actas de San Jorge Mártir la representación iconográfica que de Jorge de Capadocia nos ha transmitido la Alta Edad Media, un soldado, y uno más de los muchos mártires que perecieron entre torturas durante las persecuciones del emperador Diocleciano. Ahora san Jorge  aparece venciendo a un dragón, encarnación de Satán desde que el arcángel Miguel, paladín de Dios, lo confinara en los Infiernos tras las terribles luchas entre las huestes celestiales y las infernales por el poder de los cielos.

Pontífices, obispos y mártires tenían ya un dragón a sus pies cuando se adjudica ese monstruo a san Jorge. Dragones, serpientes y héroes inundan las leyendas preparadas por los monjes de los siglos oscuros, sacados del Génesis, de Isaías, del Libro de Job, de los salmos o del Apocalipsis. Su simbología cambia con el paso del tiempo y las circunstancias políticas o religiosas. En la Corona de Aragón, Jorge había ayudado en 1096, a Pedro I en la batalla de Alcoraz (Huesca) contra tropas musulmanas; posteriormente, será Pedro IV el Ceremonioso (siglo XIV) quien adoptó como divisa heráldica una cimera con un dragón, y lo nombró patrón de la caballería y de la nobleza del Reino de Aragón, que entonces abarcaba el Condado de Barcelona.

Cuando la belicosa Edad Media entrega el control de la sociedad europea a la clase de los caballeros, san Jorge se convierte en el símbolo del ascenso social de esa aristocracia militar: no es un ángel, sino un soldado que, armado de estribos y de yelmo, derriba y mata al monstruo. Fijada la iconografía, los mejores artistas se apoderaron rápidamente del capadocio hasta nuestros días, donde incluso el cómic lo ha reinterpretado.

Natalio Bayo ilustra esta edición combinando realidad, ironía y fantasía: minuciosamente realista en el momento de dibujar; distante, irónico, duramente crítico cuando esboza a esas encarnaciones del poder que juzga, condena y tortura; onírico cuando diseña o esboza el dragón o cuando de la lucha entre caballo, caballero y monstruo hace de tres una sola pieza. Pero, a pesar de esa claridad expositiva en dibujos y grabados, dentro de ella misma pervive ese onirismo mágico que caracteriza y singulariza al artista dentro de la mejor pintura española del último medio siglo.

CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA

  • Textos de las Actas de San Jorge Mártir y la Leyenda Dorada de Jacobo de la Vorágineasí como el estudio San Jorge, un santo legendario del investigador italiano Stefano Maria Cingolani
  • Ilustraciones de Natalio Bayo: nueve grabados al aguafuerte, aguatinta y manera negra a color en plancha de cobre (tres de ellos a sangre); siete litografías a sangre y a todo color (dos de ellas a doble página) y cuarenta dibujos litográficos intercalados entre el texto
  • El papel es blanco natural de algodón y fibras vegetales de 260 g expresamente elaborado para esta edición, en formato 460 x 380 mm
  • Cada ejemplar contiene 25 dípticos en papel Vendrell de 260 g con 92 páginas impresas con el tipo Garamond en sus versiones redonda, cursiva, negritas y versalitas en distintos cuerpos
  • Se presenta en rama conforme a la tradición bibliófila, en una caja diseñada por Liber Ediciones
  • La tirada se limita a 199 ejemplares numerados en arábigo y otros 75 ejemplares numerados en romanos
  • Cada ejemplar incluye Testimonio Notarial que autentifica la tirada

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